El trabajo artístico permite, gracias al color y al acto creativo, trabajar las propias emociones, armonizando los diversos aspectos de la personalidad. La obra creativa ayuda a la persona a adquirir mayor conciencia de sí mismo, a su capacidad de relación consigo mismo y con los demás.

En las sesiones de Arteterapia de grupo se desarrolla la capacidad de sentir el grupo, de identificar en cada uno aquello que muchas veces no podemos ver en nosotros mismos. Es por ello, que la terapia artística puede contribuir a fortalecer y regular el mundo de las emociones que están intrínsecamente ligadas a las cualidades del alma.

El adulto deberá introducirse en un proceso de identificación personal a través de su obra artística, descubriendo patrones propios de manera natural surgirán desde su parte más inconsciente, con el fin de reconocerlos y propiciar una acogida orgánica de lo que se desvela.

En las sesiones en grupo se trabaja con la técnica de la pintura con acuarela y acrílico, además de otras técnicas artísticas como el modelado, el estampado y el diseño de formas. La elección de utilizar diversas técnicas artísticas se considera especialmente adecuada para acompañar a los adultos en su camino de desarrollo personal, dado que la terapia artística y el trabajo con el color, se conecta directamente con las fuerzas del movimiento interior, y por supuesto, con las fuerzas anímicas del alma que son conscientes e inconscientes.

Descubrir a través de la terapia artística nuevos recursos para comprender(se) a si mismo, su relación con los demás y con el entorno en el que vive. A través de las cualidades morales del color, la persona podrá identificar situaciones, emociones y estados que permitirán integrar diversas habilidades propiciando un camino de autoconocimiento y de desarrollo personal, mejorando su relación consigo mismo y con todo lo que le rodea.